Resumen de mis lecturas del primer trimestre de 2022

13:39 Marialu 1 Comments

Hace tiempo que no paso por el blog para hablar de mis últimas lecturas así que hoy, que acaba el mes de marzo es un buen momento para que os cuente cúales han sido los libros que he leído en el primer trimestre del año y qué me han parecido cada uno de ellos:


Empecé el año arrastrando una lectura que me acompañaba desde el verano de 2021, se trata de Cuentos de brujas de escritoras victorianas(1839-1920), editado por Peter Haining. Un libro, a priori interesante, que reúne varias crónicas históricas de brujería, junto con pequeños relatos de escritoras victorianas alrededor de este tema. Es un libro irregular, no sólo por la diferencia de estilo de las escritoras, sino también porque la primera parte, que narra los momentos históricos, es muy densa. No lo recomiendo.


Despúes escuché Pura pasión, de Annie Ernaux, narrado por Luna Miguel. Una novela de autoficción en la que se narra una historia de obsesión de la autora, que es la amante de un hombre casado. No quiere ser su esposa, ni la madre de sus hijos, sólo necesita desesperadamente que su aventura se prolongue indefinidamente en el tiempo, aunque parece que no está en su mano que eso ocurra. Me encantó conocer a esta autora de la que espero leer más cosas.

El siguiente título que leí fue El cumpleaños del mundo y otros relatos, una antología de Ursula K Le Guin que trata temas que se repiten a lo largo de su obra, como el amor, el sexo, el poder, la antropología... Volvemos a asomarnos a algunos de los planetas pertenecientes al Ecumen y, en la novela corta que cierra el libro, acompañamos a una civilización que se ha criado en una nave en busca de un nuevo planeta habitable. El libro me gustó, pero no es de los mejores de Ursula ni mucho menos.


En enero también leí Totem, un cómic de Laura Pérez, con un dibujo impecable (lleno de ilustraciones sobresalientes) pero una trama que no me ha emocionado, quizás porque algunas de sus partes me parecieron inconclusas.

Érase una vez en Hollywood, de Quentin Tarantino, es una novela que amplía la información de la película del mismo título que ya conocemos. Me pareció bastante interesante, aunque tiene demasiadas anécdotas del Hollywood de la época. Recomendado para los seguidores del director.

Comencé Febrero leyendo Los alcatraces, de Anne Hébert. Una novela que cuenta la historia de una pequeña comunidad canadiense, en la que prácticamente todos son familiares, que viven en armonía. La crisis se desencadena cuando un día cualquiera desaparecen dos chicas adolescentes... ¿Cómo afectará este suceso en la vida del pueblo?, ¿qué oculta la mayoría de la gente de Griffin Creek?
Locura, familia, crimen, incesto... Algunos de los temas más interesantes de la novela.


Repetí lectura de Annie Ernaux con Memoria de chica otra novela autobiográfica en la que la autora cuenta su traumática experiencia del verano de 1958. El problema con esta historia es que está contada a partir de recuerdos desordenados e inconexos y de párrafos en los que la autora reflexiona sobre esos hechos que ocurrieron en el pasado. Un ejercicio íntimo con el que me costó conectar.

Después leí Las mujeres de federico,escrito por Ana Bernal e ilustrado por Lady Desidia. Una historia de sororidad en la que las protagonistas de las obras de Lorca se reunen ensu casa de Granada para invocarlo y que les de una nueva vida. Las ilustraciones me parecieron preciosas, la historia no me gustó tanto como esperaba.

Después releí Los dioses Mienten, de Kaori Ozaki, porque se lo quería leer mi hija y no recordaba si la historia era apropiada para ella... Se me va a volver a olvidar seguro.

Animada por la insistente recomendación de Dina saqué de la biblioteca Días sin finalde Sebastian Barry y fue una pequeña decepción. Me pareció lentísimo y bastante aburrido: había muchísimas descripciones de paisajes, de temperaturas, de batallas y poca chicha. Tristemente no lo recomiendo.


En Señora de rojo sobre fondo gris, de Miguel Delibes, un pintor recuerda a su hija el magnetismo de su fallecida madre y le cuenta como fueron sus últimos días. El recuerdo, la muerte y el duelo son los temas de esta novelita.

Con Los diques, de Irene Solá me llevé otra pequeña decepción, porque la autora repite una fórmula parecida a la de Canto yo y la montaña baila pero con peoresresultados. Esto hace que me pregunte si va a escribir prácticamente la misma novela durante toda su vida. No la recomiendo.

Empecé Marzo con Ofendiditos de Lucía Lijtmaer, un ensayo interesantísimo en el que la autora refelxiona sobre las verdaderas amenazas de la libertad de expresión.

Después leí la segunda parte de la trilogía de MaddAddam: El año del diluvio, de Margaret Atwood. Ambientada en un futuro post apocalíptico, en el que una pandemia ha arrasado el planeta, los supervivientes intentan sobrevivir como pueden. Parece que los pocos que quedan tienen demasiadas cosas en común, ¿por qué será? Deseando leer el desenlace de la trilogía.


A continuación descubrí por fin a Joan Didion con El año del pensamiento mágico, un ensayo maravilloso, lleno de grandes reflexiones, en el que la autora nos habla de la pérdida y del duelo. El capítulo 17 es maravilloso.

Después de Ofendiditos y del podcast Deforme Semanal Ideal Total, he de reconocer que Lucía Lijtmaer es una de mis comunicadoras favoritas, por eso cuando vi que había escrito una nueva novela tuve que leerla. Cauterio nos habla de dos mujeres y dos épocas: una huye de Barcelona después de una ruptura sentimental y a la otra las circunstancias le obligan a abandonar Londres y emigrar a las colonias de América del norte, a un pueblecito llamado Salem. ¿Cuál será el nexo de unión entre estas dos mujeres?
El libro me ha gustado, pero se me ha hecho corto, me parece que los dos relatos necesitaban más profundidad.

Actualmente estoy leyendo Otoño, la primera novela del cuarteto estacional de Ali Smith, de la que os hablaré más adelante.

Me despido por hoy, espero que os haya gustado el post y que me contéis si habéis leído alguno de estos libros y qué os han parecido.

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